26 Noviembre: Real Madrid 4 – Atlético de Madrid 1

 

Una vez más el Atlético perdió un derbi vinculado con lugares comunes a muchas de esas habituales derrotas frente al equipo blanco. Lo de siempre. Adelantarse en el marcador, jugadas polémicas, ensañamiento madridista en juego, resultado y reacciones y sobre todo la indefensión en la que vuelven a dejar a escudo, historia y afición algunos representantes oficiales del club.

Manzano acertó en el planteamiento inicial, sin duda. Plantó un 4-4-1-1 que tapaba con tensión y disciplina todos los caminos de ataque del Real Madrid. Diego siempre pendiente de Xabi Alonso, olvidándose de compromisos zonales. Salvio en la derecha y Turan en la izquierda disciplinados en las coberturas. De las intenciones publicitadas por Manzano en la semana previa para el partido sólo se cumplía la adjetivación de cerrado porque el partido del Atlético no fue ni feo ni bronco mientras jugó en igualdad numérica. Fue la imagen más contundente y pragmática del Atlético fuera de casa en lo que llevamos de temporada.

En el minuto 15 se adelantó el Atlético con un golazo de Adrián, su quinto gol en la liga. Y en el 21 Domínguez se queda enganchado demasiado atrás mientras Godín salía a por Cristiano y los dos laterales también más adelantados. La posición de Domínguez habilitó un gran movimiento de Benzema y una gran combinación del Madrid. El cambio de Diego para la entrada de Asenjo era tan obvio y lógico que Carlos Martínez y Robinson lo anticiparon en la retransmisión de Canal+ y el propio protagonista no se sorprendió al recibir la noticia.

A partir de ahí el partido tornó a bronco y acabado. Xabi Alonso aumentó su protagonismo en el juego del Real Madrid pese a que Adrián recogió parte de la misión defensiva de Diego. Godín no tuvo la velocidad para tapar a Cristiano en el segundo gol, cometió el error del partido al regalarle a Higuaín el tercero y cometió el penalti del cuarto. Un partido para olvidar del uruguayo, que ha acumulado demasiados errores letales desde su llegada al Atlético de Madrid.

Gregorio Manzano retrasó los dos cambios finales de manera inexplicable, para un equipo que tuvo que jugar con nueve jugadores de campo durante setenta minutos. El entrenador atlético está virtualmente sentenciado porque no agrada a la afición, la plantilla cada vez cree menos en él y los resultados después de disputar un tercio de la temporada tienen al equipo en el undécimo puesto, por debajo del ecuador de la clasificación, siendo el peor equipo de Europa como visitante. Pese a que han sonado nombres como Benítez, Schuster, Luis Aragonés, Antic o Pantic el que más posibilidades puede tener es Carlo Ancelotti. Todo lo que suene a caro y que venga de fuera tiene más opciones en el Atlético.

La afición también debe sentirse decepcionada por la tibieza con la que Manzano se ha comportado ante los ataques verbales de Mourinho antes, durante y después del partido así como por la actitud de Reyes, riéndose a tumba abierta en su entrada al campo con el 3-1 en el marcador o el paseíllo flagrante por lo lento que se dio Turan en ese mismo momento, en su sustitución.

 

Mateu Lahoz

Vaya por delante que es del todo aceptable que expulsara a Courtois y a Godín en los penaltis y que con otro árbitro lo más seguro es que el marcador no hubiera variado gran cosa. El tema de este árbitro es otro. Mateu Lahoz es hoy en día el árbitro favorito de crítica y público en España. Sería magnífico descubrir científicamente qué ha sido lo que más ha contribuido a su magnífica imagen y calificación, si el que sea el árbitro favorito de Mourinho o que la prensa bendiga su filosofía de dejar jugar y pitar poco, convirtiendo la expresión “un árbitro estilo inglés” en un epíteto indiscutible.

Digamos que Mateu Lahoz se despega más de lo habitual del reglamento y concede a su libertad interpretativa licencias populistas que evocan cierto vanguardismo y aparente valentía. El problema es que uno nunca sabe a qué atenerse, cuándo Mateu se ciñe estrictamente al reglamento o cuándo no. Lo hace de manera arbitraria, nunca mejor dicho. Esa acordeón cuanto más amplia es más opción tiene de provocar injusticias. En el derbi Arda Turan debía haber recibido una amarilla a los diez minutos porque primero agarró por detrás a Lass Diarra, recibió el aviso del colegiado y poco después realizó una entrada por detrás y sin balón a Di María. No lo hizo hasta una tercera entrada fuerte.

Dos minutos después del gol del Atlético hay una falta de Filipe Luis a Di María por detrás y el argentino reacciona levantándose y yéndose con pecho y hombro contra el autor de la falta. Diego llega a separar y Di María cae como víctima de un tiro. Pero fue Diego, el que menos lo merecía de los tres, el único que se llevó la tarjeta de este árbitro tan poco tarjetero, la primera del partido. Hecho determinante en que luego fuera el elegido para ser la víctima del cambio obligado.

Otras entradas merecedoras de tarjeta según reglamento y que no la recibieron sólo en la primera parte fueron: Xabi Alonso (min 19.30, ya la buscaba por entonces sin suerte), Salvio (min 28), Assunçao (min 34), Filipe (min. 36) y Lass Diarra (min 40). Otras más podrían añadirse a esta lista en la segunda mitad. Cuando Mateu quiere, se aleja del reglamento para dejar pasar tarjetas que a posteriori podrían tener una determinación clara en el partido. Sin embargo para las expulsiones se ciñó, cumplidor y ortodoxo, a la normativa.

Además de los futuros problemas en los que le pueda involucrar su estilo y su modus operandi Mourinho ha metido en un lío añadido a Mateu Lahoz. Es su árbitro favorito y lo pregona en cuanto puede. En el derbi el colegiado tuvo que dar un aviso al entrenador del Real Madrid en el minuto 34 por sus reclamaciones ante las faltas del Atlético. En el minuto 36 Mourinho y sus ayudantes se dirigieron sin disimulo con gestos y expresiones verbales al banquillo rival pero ya Mateu no intervino y miró para otro lado. Mourinho, por cierto, se desenvuelve en los partidos con total impunidad. Cierto es que puede hacer lo que quiera, faltaría más. De hecho da la impresión que en todo momento lo hace. Pero hay cierta incompatibilidad del reglamento con la manera en la que se lo aplican o no se lo aplican. Mourinho puede hablar en el tono que le apetezca a jugadores o entrenadores rivales o irse cuando le place a seguir el partido a la boca del túnel de vestuarios. Sorprendió que en la rueda de prensa tras el partido dijera que alguno de sus jugadores se había ido cojeando, refiriéndose a Cristiano, cuando él lo mantuvo los noventa minutos en el campo y la entrada que más le dañó, la de Perea al tobillo, ocurrió en el minuto 33 de la primera mitad. O que se haya quejado del planteamiento de partidos feos o con excesiva dureza. La versión polémica de Mourinho no pasará, no cambiará, Y se seguirá hablando más sobre ella que sobre la mejora que ha experimentado el juego del Real Madrid esta temporada con respecto a la pasada.

 

 

 

20 Noviembre: Atlético de Madrid 3 – Levante 2

 

Contra el Levante el Atlético salió con el clásico 4-3-1-2 cuando tenía el balón transformado en un 4-1-3-2 cuando había que defender. La gran novedad podría ser la situación de Turan en el interior derecho pasando Tiago al izquierdo. Quizás se buscaba asociar al turco con Silvio por su lado. Tiago, que es otro de los » perseguidos» por el público del Calderón demostró, con poco, más variantes de juego que Gabi. Los diez primeros minutos fueron tremendos por parte del equipo local y en el minuto 27 ya había pitos en el estadio pese al buen nivel mostrado por Filipe, Turan, Miranda, Domínguez y Diego o al claro penalti no pitado de Farinós a Adrián.

En la segunda mitad Manzano rompió la baraja y metió a Pizzi por el lesionado Tiago. Esta fue la clave del cambio de partido. Se varió el sistema al 4-2-3-1 con Diego en el centro al lado de Mario Suárez, mayores riesgos defensivos al servicio de la locura. Por fin Manzano puso dos jugadores adelantados pegados a la banda, incisivos (Pizzi y Salvio) y dejó a Turan en la mediapunta, otro experimento apasionante. Pizzi tuvo sus mejores minutos en la Liga BBVA y Diego pisó el área rival continuamente partiendo desde una posición retrasada. Pese a la mejora el público siguió pidiendo a Reyes. Cuando el sevillano entró en el minuto 64 (en lugar de Salvio) el Atlético ya había disparado quince veces a portería, ocasiones tan claras como el mano a mano de Adrián, el error de Salvio o el disparo de Diego que sacó un defensa bajo los palos.

Entró Reyes al campo y cuatro minutos después asistió a Pizzi para el primer gol. El portugués corrió, buscó la opción, le ofreció la asistencia a Reyes más que Turan y Adrián, y definió con precisión. Turan ya no debería soltar la mediapunta después de acciones como la de la asistencia en el gol de Adrián y Diego debería enorgullecer a los Atléticos porque el precio de la entrada se justifica entero con detalles como el de su dejada de sutil taconazo a Filipe en el minuto 89. Reyes erró en los dos goles del Levante reforzando la idea de que tiene que partir desde el banquillo si el Atlético quiere ser equilibrado, jugar con Adrián y Falcao arriba y no abandonar la magia de Diego y Turan.

 

 

 

3 Noviembre: Atlético de Madrid 4 – Udinese 0

 

El Atlético de Madrid no sólo ganó 4-0 al segundo clasificado del Calcio y repartió momentos brillantes en el Calderón. El equipo rojiblanco también avanzó en el modelo, mejoró cuentas pendientes y ratificó insinuaciones previas que ya parecen constatadas. Estan son hoy mis conclusiones:

– La mayoría de un estadio no tiene por qué tener razón y menos con respecto a una trama tan intrincada como la futbolística. Como dije el miércoles en el programa La liga a debate de Canal+ Liga la mayor parte de los políticos europeos pensaban que la mayoría griega iba a errar en su voto antes de que Papandreu rectificara. La mayoría solo es soberana cuando conviene y se le permite. Quizás la trayectoria de dos décadas y media del propio club no haya educado convenientemente a su afición sobre el mérito y el objetivo. Las voces de un campo de fútbol cambian de parecer a menudo, pintan un santo con el mismo fervor con el que lo borran y practican sobre sus imágenes adoración o lapidación en función de corrientes climatológicas o mediáticas. El Calderón no es distinto a cualquier otro pero a veces da la impresión de que la vigencia o el carácter vinculante que se le quiere dar a los gritos es malintencionado como interesada puede ser la manera en la que se eleva un coro a decreto. A la gente hay que dejarla a su aire. Valdano dijo en El Larguero de la SER que al hincha hay que pedirle que se comporte como un hincha.

– Escuché a un veterano periodista desautorizar al entrenador y a uno de los titulares a las 21.00 h. y piropearlos tres horas después. La prensa en general es injusta con el Atlético de Madrid por dos simples motivos: Los que simpatizan con el Atlético tienen vínculos más o menos emocionales con el presente o el pasado deportivo o dirigente, con el condicionamiento correspondiente. Los que no simpatizan, tratándose del Atleti, disfrutan de ocuparse del tirón en el proceso de la depilación a la cera.

– Entraron Perea y Antonio López en la alineación. La pubalgia no le permite a Silvio el hábito de jugar un partido tras otro y Filipe Luis había disputado tres encuentros en una semana con el tremendo desgaste que le exige a los laterales el sistema de Manzano. Perea y Antonio López estuvieron a un buen nivel.

– Insisto en que Manzano sigue utilizando un trivote solo que ya lleva unos cuantos partidos incluyendo a Arda Turan en esa línea de tres y con excelentes resultados para el turco, por cierto. Centrocampistas y delanteros han ofrecido un progreso interesante en los dos últimos partidos: La presión defensiva más constante y adelantada y el movimiento sin balón en ataque, con la búsqueda de espacios continua y la ocupación ya habitual y sucesiva de las bandas por parte de Adrián, Gabi, Diego y Turan. Al crear espacios se favorecen las opciones de pase y las internadas.

Adrián es la gran noticia. Anuncia la conquista, la adquisición del instinto. Lo posee, saldando la única duda que se podría tener con este jugador. Está creando el gol de la nada. Con la cabeza, con el pie, con la asistencia. Sus amagos y su pausa en el área son cautivadores. No es una comparación considerable así que ruego a la vez la disculpa madridista y rojiblanca. Es sólo un ramalazo del recuerdo pero esa manera de congelar la materia física que le rodea en el área para aislar su química neuronal, para pensar lo que hacer el tiempo que sea necesario mientras su entorno permanece detenido, ese botón de «pause», me recuerda a Butragueño, con perdón.

– El Atlético de Madrid enseñó a Adrián con orgullo, recuperó a Falcao, se puso líder del grupo y mostró ambición. Con la entrada de Koke por Diego Manzano no reprimió sus ganas de más. Situó al canterano en la mediapunta para gastar su llegada y su disparo y a punto estuvo de aumentar la cuenta de goles para su equipo. Godín cometió dos errores llamativos, de esos que siempre son menos perdonables para Perea o Miranda. También acertó quitándole el balón a Fabbrini en el área en el minuto 4. Sobre todo dejó claro que el gran valor o la principal ventaja de Domínguez sobre su competencia es la manera en la que minimiza las equivocaciones con el balón. No da lugar, no asume riesgos que pueden acabar siendo tonterías.

– El domingo en Getafe no estará Mario Suárez por acumulación de tarjetas. Sus críticos se alegrarán con la ligereza que no les permitiría contar las seis recuperaciones que realizó en el primer cuarto de hora del partido contra el Udinese. Silvio, Filipe, Assunçao y quizás Tiago tendrán que jugar contra el equipo de Luis García.

 

30 Octubre: Atlético de Madrid 3 – Zaragoza 1

 

– El Atlético salvó el match ball en el instante justamente anterior a la representación formal de la crisis. Manzano salvó la cabeza. El estadio, de inicio, estuvo más tranquilo y positivo de lo que se podía esperar y eso provocó una oportunidad de tranquilidad que el equipo agradeció. No es por mantener la presión en la caldera pero el Atlético no cambió en demasía. Dominó y tiró mucho a puerta, algo que ha ocurrido en la mayor parte de los partidos que ha jugado en el Vicente Calderón, sobre todo contra equipos del nivel del Zaragoza. Se optó por el 4-3-1-2 con algunas novedades.

– Era el cuarto partido en liga de Adrián como titular, ya lo fue contra Osasuna, Valencia y Mallorca. No cabe duda de que contra el Zaragoza aumentó el acierto y la amenaza del equipo con la presencia del asturiano. No por el acierto que lleve en su mochila sino más bien porque Falcao necesita un socio, un compañero de piso. Adrián es un buen segundo delantero, con movilidad y excepcional habilidad para el desmarque, el pase y los gestos técnicos. Lo demostró con el cabezazo del primer gol cuando la sorpresa de su soledad en el punto de penalti no le restó una ejecución exquisita. Falcao encuentra puertas abiertas y salones vacíos con Adrián en el once. Se dice que un baño compartido está siempre más limpio que uno individual. Que Adrián tenga oportunidades claras de gol, aunque no mantenga un gran porcentaje de acierto, será un avance significativo sobre lo que ha sido la línea habitual de la peligrosidad ofensiva del equipo.

– La línea de tres del medio campo ofreció variaciones. Gabi se sintió más libre en movimientos y en gestión de sus ubicaciones. Fue más profundo. Quizás debido a las características del rival Turan estuvo menos pendiente de su repliegue que en San Mamés y el Atlético lo agradeció en la creación. El turco estuvo más activo y optimizó su calidad para el pase con los dos pies. Esas libertades de Gabi y Turan exigieron mucho más a nivel físico de Mario Suárez, que realizó un despliegue encomiable.

– En cuanto a la decisión tomada por Manzano con Reyes todo el mundo supone que se trata de una medida disciplinaria. Seguramente lo sea pero si es una decisión técnica o de pura rotación, como se entiende que ocurre con Miranda, tampoco debería sorprender. Desgraciadamente Reyes no se ha ganado con su juego su imprescindibilidad. Sobre todo si se compara el caso, como lo han hecho algunos, con la gestión de Del Bosque tras las declaraciones de Silva. Lamentablemente en lo que llevamos de temporada hay una galaxia de separación entre el nivel futbolístico del canario y el del sevillano.

– Por lo declarado antes del partido por Gregorio Manzano debemos estar preparados para que ahora se ralenticen las rotaciones. Los damnificados de la crisis y de esta postura podrían ser, sin duda, Reyes y Miranda. Veremos si también Tiago y Juanfran (éste cuando vuelva de la lesión) pasan a ser suplentes habituales.

– El Atlético tiene Udinese en casa, Getafe fuera y Levante en casa antes de jugar en el Santiago Bernabéu contra el Real Madrid. Después del partido frente al Getafe habrá otro fin de semana de parón liguero así que es prácticamente una certeza que Manzano será el entrenador rojiblanco en el derbi madrileño del 27 de Noviembre. Con la victoria asegurada contra el Zaragoza el público del Calderón volvió a pedir la marcha del entrenador jienense. Será difícil que salga de ese calabozo popular, la primera oportunidad la tendrá en el feudo blanco. Manzano ha logrado ganar cuatro veces en el Bernabéu, tres con el Mallorca y una con el Valladolid. Quizás, utilizando su propia terminología, allí vuelva a llegar otro punto de inflexión en su equipo.

 

20 OCTUBRE: UDINESE 2 – ATLÉTICO DE MADRID 0

 

El Atlético de Madrid continúa intensificando el gris de los resultados y las impresiones. La coreografía y la puntuación no varían pese a que Manzano se empeña en cambiar jugadores y dibujo. Esta película ya la he visto porque con los primeros fríos del otoño el equipo pone de acuerdo a todos los atléticos en el disgusto y los oficialistas comienzan sus proclamas (como cada año) contra el entrenador de turno, dando por sentado que la plantilla es muy buena. Muchos de los que insisten en que la plantilla de este año sí es muy buena lo dicen todos los años por estas fechas.

Manzano alineó en Italia a Perea, Miranda, Godín y Filipe en defensa. Otro desmentido oficial a los que aseguraban que el entrenador se había cargado (sic) al colombiano o los que con total impunidad señalaban que Perea se negaba a jugar de lateral derecho sin reparar en que se ha hartado a hacerlo en su carrera profesional. El ensañamiento con Perea se hace tan largo y pesado que revuelve sospechas y pensamientos escandalosos en mi cabeza. Si los contara me tacharían de desleal y escandaloso así que esperaré a consultarlo con el propio jugador.

El centro del campo formó con Assunçao y Gabi como volantes centrales, con bandas ocupadas por Juanfran (derecha) y Pizzi (izquierda). En algunas fases se apreció el beneficio de contadas superioridades por esas zonas laterales.  Y pareció el equipo más adelantado en la presión con respecto a los últimos encuentros, algo también positivo. Assunçao cumplió con creces sus funciones mientras Gabi se quedó a medio camino entre las aportaciones ofensivas y defensivas más de lo deseable. Yo no sé si Manzano es un gran admirador del juego del Barcelona o del de la Selección Española. No sé si hasta tal punto de tenerlos como referencia u objetivo. Si fuera así creo que con este Atlético el entrenador jienense se ha quedado en la primera lección, en las vocales. El balón se toca pero con lentitud y sin lo fundamental. Falta lo que hace cada jugador antes de recibirla y después de pasarla.

También se aprecia alguna que otra deficiencia en el terreno físico. Quizás sea un asunto de planificación pero la mayor parte de los jugadores no parecen estar cerca de sus picos más altos en velocidad y rapidez de reacción. También hay ciertos jugadores que parecen fundirse antes de tiempo con el paso de los minutos.

Aún así el Atlético fue mejor a los puntos que el Udinese y fue maltratado por el árbitro en algún que otro penalti no pitado en el área del equipo italiano. Pero de nada sirve decirlo como reclamo, ni siquiera como garantía de que llegarán mejores resultados. Quizás el gol obsesiona tanto que con un buen resultado (0-0 en campo del Udinese) Adrián entró por Gabi. Diego se retrasó. Al retrasarse recogía el balón en posiciones aún más lejanas a la portería rival y Adrián y Pizzi también tuvieron que bajar a ofrecerle al brasileño las conexiones. Este retroceso posicional general propició el ánimo ofensivo del rival, por efecto acordeón. Koke entró por Pizzi y se quedó en la banda derecha pasando Reyes a la izquierda.

El primer gol, el de Benatia, llegó con un rebote después de que Perea y Godín tardaran más de la cuenta en salir de la cueva y luego el colombiano fallara en su posición con respecto al rival.  El segundo, de Floro Flores, después de que Reyes perdiera un balón de manera absurda, Assunçao se viera desbordado y sin recursos debido a la tarjeta que ya tenía en su haber y Godín dudara hacia dónde acudir y no llegara a tiempo.

En las declaraciones posteriores al partido de nuevo salió a la luz el merecimiento, un concepto recurrente que ya pasa de consuelo a cruz martilleante.

 

 

24 Sept: Barcelona 5 – Atlético de Madrid 0

 

 

El Barcelona explotó el globo de las ilusiones del atlético de un puntapié. El equipo de Guardiola salió al partido mordiendo. Intenso, agresivo, ambicioso, motivado para pisarle la coronilla a cualquier ramalazo rebelde que pretenda asomar aunque sea para mirar. Siega al primer brote para quien ose cuestionar su dictadura de juego, de fútbol y de dominio. La “manita” del Camp Nou quizás le deje al Atlético temblando y cuestionando la conveniencia y efectividad del estilo con el que ha empezado la temporada. El Barça estuvo sobresaliente y Messi intratable. Esta calificación es totalmente independiente de lo que podamos analizar referente al Atlético de Madrid.

Manzano salió de inicio con los tres volantes de contención como era de esperar y ya adelantamos en este blog. También podíamos intuir que Turan iba a ser el damnificado del descarte. Lo que no podíamos plantearnos previamente es que Godín y Antonio López fueran titulares por cuestiones técnicas. Esta asociación fue uno de los dramas del partido según pude documentar tras visionar el encuentro por segunda vez. El uruguayo y el de Benidorm no deberían juntarse por un tiempo ni para desayunar.

El hecho de que la internacionalidad de Domínguez y su condición de canterano lo tenga en estima quizás superior a su rendimiento real no justifica el cambio. Godín también recibió el año pasado una estimación no merecida ya que cometió muchos más errores (y graves) de los que han quedado grabados en la memoria y en los periódicos. Godín no es ahora mismo ni más rápido que Domínguez, ni tiene mejor salida de balón ni mejor lectura del juego ni parece más centrado. Lo de Antonio López suponemos que se debió también a pura rotación. A veces el punto débil de Filipe Luis, su componente defensivo, nos lleva a pensar que Antonio López le supere en ese aspecto y la experiencia durante los dos o tres últimos años nos dice que no es así. El capitán no está para grandes aventuras. Soy totalmente favorable a las rotaciones pero, como todo, éstas también deben tener sus excepciones. Y partidos contra el Barça y el Real Madrid exigen que jueguen los mejores, tengan más o menos cansancio acumulado. Se toman vitaminas, papillas o ginseng pero se juega.

Bajo mi modesta opinión el Atlético cometió un error de bulto en el planteamiento de salida en el Camp Nou. Enseguida el Barcelona se descubrió con una defensa de tres jugadores y Busquets por delante. Así las cosas está contraindicado hasta en el Pc Fútbol salir con sólo un delantero centro y sin bandas frente a ese dibujo. Recordamos el daño que les hizo el Valencia con Alba y Mathieu por la izquierda hasta que Guardiola cambió a cuatro defensas. La inoperancia ofensiva estaba presupuesta en el Atlético. Manzano debía haber corregido ese aspecto mucho antes, con recomposición o incluso cambios. Ozil, por ejemplo, se puso a calentar en el minuto 15 en el partido del Bernabéu. Dio la sensación de que la idea de mantener la idea y el esquema de partidos anteriores estuvo por delante de preparar un encuentro ante un rival tan especial como el Barcelona, el mejor equipo del mundo.

El Atlético de Madrid no salió al partido ni duro, ni atrevido, ni pícaro ni sorprendente. Quería jugar como en los partidos anteriores pero cuando vio que ni podía mantener el balón ni recuperarlo se quedó noqueado, a la expectativa, sin recursos ni soluciones.

Mario Suárez hizo su peor partido de lo que llevamos de temporada, agobiado por la presión de ocho jugadores en campo rival por parte del Barcelona. Reyes perdió balones uno tras otro, sin remisión. Perea falló en el primer gol. Godín falló dos veces en la jugada del segundo gol (en la entrega y luego en la entrada) y en el tercero la pasividad encadenada tras saque de banda de Antonio López, Gabi y Reyes propició un nuevo error de bulto de Godín. Viendo que Mario Suárez podía cerrar a Messi en su perfil hacia el centro el uruguayo, en vez de evitar la posibilidad del recorte le cedió su espalda al argentino.

Miranda y Tiago fueron los mejores del Atlético de Madrid, destacando también la incansable e infructuosa lucha de Falcao. En la segunda parte Manzano dio entrada a Turan y Salvio y los pegó a cada uno a una banda. Volvió al 4-2-3-1 y ordenó a Antonio López que arriesgara más en la subida por su lateral. Sin novedades ni sorpresas, más de lo mismo en cuanto a ineficacia y una cuidada elaboración de condiciones favorables para que Messi se sintiera a gusto y metiera dos golazos de museo. Por cierto, Adrián volvió a fallar otro mano a mano con el portero rival. El Atlético finalizó el partido con un 34% de posesión de balón y sólo un tiro entre los tres palos.

El gozo volvió al pozo porque una vez más el Atleti queda en las videotecas como una víctima de un Barcelona inmisericorde. Messi se luce para la posteridad ante el equipo rojiblanco como ya lo hicieron antes Romario y Ronaldo. Siempre nos las arreglamos para salir en la foto muy a nuestro pesar.

 

18 Sept: Atlético de Madrid 4 – Racing Santander 0

Como podíamos presumir se partió contra el Racing con el 4-2-3-1 y Reyes, Diego y Turan como mediapuntas. Silvio y Godín fueron bajas por lesión así que Perea partió como titular en el lateral derecho. El destino es favorable a la titularidad de Miranda. Él se aplica y los caminos se le abren. Mario Suárez y Tiago fueron los elegidos para los puestos de mediocentro mientras Gabi se quedó en el banquillo.

Las rotaciones son acertadas siempre que se disponga de fondo de armario para llevarlas a cabo con garantías. De esta manera Filipe Luis, Domínguez, Antonio López, Gabi, Koke, Pizzi y Juanfran han jugado esta semana pero sólo lo han hecho en uno de los dos partidos disputados (Celtic el jueves y Racing el domingo). Y no ha hecho falta que otros como Diego, Tiago, Reyes, Adrián y Falcao jueguen los 180 minutos. Todos contentos, que es importante, y administración física, también fundamental teniendo en cuenta que el miércoles juegan contra el Sporting y el sábado en el Camp Nou.

En el primer minuto de juego Acosta recuperó un balón cerca del borde del área atlética, en el lado izquierdo del ataque racinguista. Enseguida se vio rodeado de cinco jugadores rojiblancos (Turan, Tiago, Mario Suárez, Perea y Miranda). Un minuto después el Racing efectuó un saque de banda en corto junto al banderín de corner del lado derecho de su ataque. Diego robó inmediatamente el balón. Muestras de la ambición, urgencia y valentía con la que el Atlético afrontó el partido.

Diego y Mario Suárez no tienen problema en bajar a recoger el balón al borde de su área, facilitándoles el primer pase a Miranda o Domínguez para iniciar la salida del mismo y el arranque del ataque del equipo. Los laterales están continuamente en campo contrario en cuanto se tiene el balón y el equipo ataca con ocho jugadores de campo, condición adecuada para un conjunto que quiere tener la posesión y llevar la iniciativa en el partido. Todos muestran la voluntad de ir a por el encuentro. Se vieron presencias en el área rival de jugadores como Miranda o Tiago desde los primeros minutos. Por cierto, el brasileño parece que va realmente bien de cabeza en el despeje y el remate.

El Atlético finalizó el partido con un 67% de posesión, y acumulaba un 59% al descanso. El Racing estuvo mal. Quizás no pueda ser utilizado como una piedra de toque válida para evaluar el nivel actual del Atlético debido a su bajo nivel y a las ausencias que tenía para el partido. El equipo de Cúper no disparó ni una sola vez entre los tres palos.

Perea estuvo magnífico subiendo, ofreciéndose, ocupando espacios, desdoblando y ofreciendo una posibilidad de pase más a sus compañeros. Sabemos que no es un jugador de precisión con el balón pero su voluntad, entrega y aptitud defensiva son impagables y  nada merecedoras del cartel que se le ha puesto en el fútbol español. Afortunadamente tanto los entrenadores como los compañeros que ha tenido valoran en alto grado la categoría como futbolista del colombiano.

Reyes pasa la mayor parte del partido en zonas centrales y aún no se ha visto esta temporada el nivel que ofreció el de Utrera en sus partidos más destacados a las órdenes de Quique Sánchez Flores. Por el centro recibe el balón de espaldas a la portería rival en muchas ocasiones y ahí sus recursos se reducen. Se limita su reacción y velocidad de salida en la carrera con el balón controlado y su búsqueda de perfil para el disparo. Hay que seguir buscando mejores ubicaciones y servicios de Reyes para el sistema y el equipo de esta temporada. Turan en cambio sí se desenvuelve realmente bien en espacios cortos y de espaldas a su marcador. Toca con criterio y su capacidad de pase se expresó con dos asistencias de gol.

En el descanso del partido Adrián sustituyó a Diego. Con el cambio Turan y Reyes no se fueron a las bandas para atacar, se quedaron en posiciones centrales dejando el dibujo en una especie de 4-2-2-2, con las bandas aún libres para Perea y Filipe Luis y Turan ejerciendo de Diego, retrocediendo su posición para sacar el balón jugado. A la hora de defender Turan también retrocedió para dejar un diseño de 4-3-1(Reyes)-2.

El tercer gol fue una delicia por los toques previos de Turan con Mario Suárez y Reyes, por su magnífica asistencia y por la impecable definición de Falcao. Viendo la situación, el desmarque y el instinto goleador del delantero colombiano aún nos reafirmamos más en que al Atlético le faltan los dos puntos que hubiera conseguido contra Osasuna en la primera jornada si su hubiera conseguido a tiempo el transfer.

En el minuto 67 entró en el campo el portugués Pizzi sustituyendo a Falcao. El equipo dejó definitivamente en el centro del campo a Turan junto a Mario Suárez y Tiago derivando en un 4-3-3 con Pizzi y Reyes adelantados escorados hacia la banda y Adrián de delantero centro. Adrián metió un gol de 9, de cabeza. Pizzi demostró buena técnica en el control, el toque y el pase pero no se prodigó con el regate. En el 75’ Juanfran entró por Reyes y se situó en la posición que éste ocupaba, en el extremo derecho. Posteriormente se movió por el centro y la banda izquierda en búsqueda de balón e intervención.

15 Sept: Atlético de Madrid 2 – Celtic Glasgow 0

 

 

– No quería comenzar sin señalar que el espacio ocupado por el recuerdo del enfrentamiento de hace 36 años entre estos dos equipos ha sido excesivo en los medios de comunicación. Tiene su cuota de oportunidad e interés pero resulta sorprendente que haya prevalecido sobre la previa del partido, sobre un estudio del Celtic actual o sobre análisis variados que se pueden hacer del Atlético de Madrid. Seguramente se trata de un ramalazo más de panmadridismo (en Madrid) y de bipolaridad rampante en otros lugares. El Atlético no se conoce demasiado. Si no se conoce no se puede analizar. Si no se ve ni se le atiende no se le puede conocer. Si no interesa no se le ve ni se le atiende. ¿Y por qué no interesa?

– El Atlético confeccionó una alineación cuyas principales motivaciones eran prescindir de sus dos laterales titulares y darle descanso a Reyes. La alineación no tuvo en sí misma una filosofía de rotación porque contó con jugadores como Mario Suárez y Gabi, que tenían un acumulado previo importante de minutos y partidos y con Courtois, que parece ser portero también para esta competición,  quién sabe si como condición obligatoria del club propietario, el Chelsea.

– Se partió con un sistema 4-3-2-1, con Diego y Turan como mediapuntas, con mucha libertad. El planteamiento tenía en sí algo de paradójico ya que ese dibujo táctico requiere con gran necesidad de la incorporación al ataque de los laterales y en este caso Perea y Antonio López no alcanzan el nivel de Silvio y Filipe Luis.

Falcao marcó un gol muy suyo. También demostró que no es un gran contribuidor en el toque y la elaboración aunque cuando vaya mejorando su forma física será mucho más creativo con sus características acciones de toque atrás y desmarque rápido y orientado.

– La colocación de las líneas defensivas en la contención sigue siendo realmente buena. Mario Suárez es el ancla que le va ofreciendo y quitando los espacios a sus compañeros para empujarlos a los lugares vacíos.

– Cuando el balón llegaba en tres cuartos de campo a Turan o a Diego las opciones desaparecían porque tan sólo tenían por delante a Falcao, los tres centrocampistas se quedaban a su espalda y había ocho o nueve jugadores del Celtic mirando de cara al balón, en posiciones muy retrasadas. Diego y Turan quieren el balón, no son jugadores para la espera y la búsqueda entre líneas. No se sabe si por éste u otros motivos el Atlético no tuvo tanta posesión de balón ni mando en el partido como ante Osasuna o en la segunda parte contra el Valencia. En muchos casos tampoco mostró urgencia por recuperarlo. Se jugó mucho tiempo andando. Cuanto más intervenga Diego mejores cosas ocurrirán en el juego del Atlético.

Turan mejoró con creces lo ofrecido anteriormente. Sus variados recursos con el balón en los pies le hacen un jugador impredecible hacia el disparo con una pierna, con otra, el regate hacia dentro o fuera, el toque atrás… Increíble su capacidad de adaptación, se le vio en varias ocasiones por televisión lamentarse con palabrotas en castellano.

Miranda tuvo buenos detalles y Godín ni demostró estar peor físicamente que el resto ni ser superior a ninguno de los otros tres centrales. Estos datos son positivos porque da la impresión de que hay cuatro centrales de garantías. El equipo solo ha encajado un gol en tres partidos.

– Lo de los tres centrocampistas sigue sin definirse lo suficientemente bueno como para quedar como fórmula principal ni lo suficientemente malo como para descartarse. Gabi y Mario Suárez recibieron sendas tarjetas amarillas en faltas bien realizadas y Koke no tuvo la libertad o el atrevimiento para demostrar su capacidad de llegada. Da la sensación que ante el Racing de Santander y el Sporting, en casa, no sería malo probar el 4-2-3-1 y consolidar esa imagen de equipo atacante que se ha anunciado contra el Celtic después de la entrada de Reyes. Saliera como saliera la apuesta sabemos que en el siguiente partido, en el Camp Nou, habrá que jugar con los tres medios de contención. Pero el 4-3-3 anuncia levemente un desvanecimiento y todo sigue apuntando al 4-2-3-1. Falcao parece un delantero para extremos puros, no mediapuntas laterales que progresan hacia el centro como es el caso de Reyes y Turan. Diego puede ser uno de los tres centrocampistas cuando necesitas imperiosamente el gol pero en circunstancias normales debe ser un mediapunta central, con libertad de acción.

 

Antoni Daimiel